40 años de Lisístrata

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domingo, 12 de noviembre de 2023

Video de la mesa redonda "Movimiento feminista estudiantil en la Universidad de Zaragoza" 29/09/2023

Os dejamos aquí el enlace al vídeo de la mesa redonda "Movimiento feminista estudiantil en la Universidad de Zaragoza", que tuvo lugar el pasado 29 de septiembre en el salón de actos de la facultad de Económicas. 

Con motivo del 40 aniversario de la creación del colectivo Lisístrata, pudimos escuchar de primera mano las experiencias y reflexiones de tres colectivos: Feminismo Unizar-Enjambre Feminista, 8M-Eje Estudiantil y Lisístrata. 

Muchas gracias a todas las participantes y a la Unidad de Igualdad de la Universidad por organizarla, fue muy interesante. Que la disfrutéis!

https://www.youtube.com/watch?v=-9m4c6zM-NU 


 

 


 

domingo, 8 de octubre de 2023

Mesa Redonda: movimiento feminista estudiantil en la Universidad de Zaragoza 29/09/2023 (2)

 

Presentación del colectivo Lisístrata

por

Nuria Miguel

En primer lugar dar las gracias a las compañeras de Lisístrata que han organizado este acto, también a la universidad, en concreto a la Unidad de Igualdad.

 

Era difícil elegir a una de nosotras para que estuviera en esta mesa. Nos cuesta todavía después de tantos años decir que sí a participar en un acto público cuando en nuestra vida no es lo habitual, pero a veces hay que hacerlo y esta ocasión lo merecía. Seguramente habría veinte o treinta relatos diferentes de lo que para cada una de nosotras fue Lisístrata y otras tantas formas de contarlo. Pido disculpas de antemano por que intentaré hablar del colectivo lo más fiel posible a lo que siento que fue para mi personalmente, pero confío que también para la mayoría de nosotras. Estoy hoy aquí como podría estar cualquier compañera de nuestro querido colectivo. 



Voy a intentar resumir como surgió este grupo, que procedencia tenían sus componentes, como nos organizabamos, que actividades hicimos, cual fue nuestra implicación en la Universidad y con el resto del mov feminista de la ciudad, que significó en nuestro crecimiento personal, politico, emocional y profesional la pertenencia a este maravilloso colectivo que nunca vamos a olvidar.


Lisístrata agrupó a mujeres de muy distinta procedencia. Compañeras que venían de participar activamente en las luchas en enseñanzas medias de estos años contra las expulsiónes del colegio de Matute en las Fuentes, otras siendo muy jóvenes venían de participar en las movilizaciones feministas a favor del aborto y en el viaje a a las jornadas feministas de Granada en 1979. Otras pertenecíamos, como era mi caso, al entorno rojillo del movimiento estudiantil universitario en torno al grupo Akelarre que se reunía en la delegación de estudiantes de mi facultad, la de Filosofía y Letras y otras compañeras estaban en la famosa candidatura de Chamarasca en la Facultad de Ciencias. Todos estos colectivos eran mixtos y en ellos se debatía sobre temas políticos, de cambio social en general y relacionados con las nuevas reformas universitarias. Y otras compañeras no procedían de ningún colectivo ni movimiento y aparecieron por puro interés de conocer que era aquello del feminismo.


Lisístrata surge como colectivo hacia 1983-84 y esta primera agrupación perdura hasta 1987. Después otras promociones dieron continuidad a nuestro colectivo hasta aproximadamente 1997. En adelante otras estudiantes siguieron con el trabajo iniciado bajo el nombre de otros colectivos que hoy me acompañan como son Enjambre feminista y el Eje estudiantil del 8M.


Nuestros espacios de reuniones fueron en este orden, la delegación de estudiantes de la Facultad de Filosofía, el Interfacultades, la Librería de mujeres, que nos cedía su trastienda y nos facilitaba fotocopias de los textos sobre los que debatíamos, la Federación de Barrios de Zaragoza y el bar La Pluma con Loli y Conchi al frente. En la Pluma solucionábamos las diferencias entre nosotras, era nuestro refugio de música, de baile y de buen ambiente.


Nos reuníamos previa lectura de textos sobre teoría feminista, nos informábamos y nos formábamos debatiendo y poco a poco construíamos nuestro propio relato. Muy diverso y plural porque no siempre estábamos de acuerdo aunque sí en lo fundamental. No solo debatíamos, también interveníamos públicamente. Creamos nuestra propia forma de organización, asamblearia, un tanto caótica y diferente a otras más tradicionales. Éramos un colectivo de chicas muy jóvenes afines al feminismo. No había ordenadores, todo era en papel. Nuestra propaganda eran carteles confeccionados casi siempre a mano y que colgábamos uno a uno por todas las facultades, incluida la de Veterinaria.


Eran años de luchas y huelgas contra la ley de reforma universitaria y el proceso estatutario de la universidad. Allí estábamos ya nosotras aportando nuestro pequeño grano de arena contra el sexismo en las plataformas reivindicativas, en los carteles . Hasta que llegó la inclusión de nuestra enmienda feminista en los estatutos universitarios aprobados en 1986. El discurso de defensa de esta enmienda cuyo texto decia: “atender a la eliminación de la desigualdad social,y discriminación por razón de sexo, potenciando la investigación sobre el papel de la mujer en las diversas ciencias y favoreciendo su inclusión en el proceso de creación de las mismas” fue elaborado por varias compañeras del colectivo entre las que estaban Amparo Bella, Cristina Sanz, Victoria Aguilar, Delia Requibatiz y revisaba el machismo y el sexismo  en todas las disciplinas, en todas las ciencias. Fue elaborado de forma seria pero también con un sentido a la vez irónico y crítico.  1000 claustrales escucharon el discurso, ante 1000 claustrales defendí como pude este discurso con 21 años. Perdí cuatro kilos esas semanas de los nervios.  Era la única claustral del colectivo por eso tuve que hacerlo yo, que ya os digo que no me correspondía para nada hacerlo. Pero estábamos bastante locas, yo por lo menos, y nos lanzamos a esta aventura como a tantas otras después. Les pedí a mis compañeras más formadas y leídas en feminismo,  que adaptaran el lenguaje a un estilo mas cercano y más fácil de entender al menos para mi. Necesitaba entender bien lo que tenía que defender para hacerlo con pasión y convencimiento. Y no salió mal


Eso sí, ahora después de los años pienso que muchos claustrales estarían en sus sillas al borde del colapso escuchando nuestras palabras pero que seguro que en otras muchas personas, docentes y alumnado despertamos conciencias y sintonías.


Publicaron nuestra enmienda y discurso en la revista Andalán uno de los referentes progresistas en esos años y en otras prensas escritas, nuestro salto a la fama nos sirvió para comenzar nuestra participación en la Coordinadora Feminista de Zaragoza. En un momento donde los colectivos de nuestras hermanas mas mayores andaban un poco a la gresca, nosotras creo que aportamos otra forma de entender el feminismo, con estilos menos sectarios, más plurales.

Tanto el Frente Feminista como Mujeres Libertarias, como Mujeres en pie de Paz, las mujeres procedentes de las Asociaciones de barrio, las que luchaban desde hacia años en las secretarías de la mujer de los sindicatos, todas ellas nos dejaron compartir el espacio a las mas jóvenes, transmitiéndonos su enorme experiencia y escuchando nuestras ideas y propuestas transgresoras, alegres, ilusionantes. Una colaboración extraordinaria.


En aquellos años el feminismo no existía a nivel institucional al menos en la universidad. Éramos las lisístratas las que traíamos a la universidad a docentes y especialistas en la materia de feminismo e igualdad. Desarrollamos la 1ª Jornada de Mujer y Universidad con ponentes como Mary Nash y Ángeles Durán, después Celia Amorós, protagonistas y referentes de la divulgación de las teorías feministas en la universidad española. Ningún departamento las trajo. Imagino que en esos años no daba prestigio significarte. Unas jóvenes de 18 a 22 años conseguimos abrir este camino de divulgación. 


Importantes también las jornadas sobre La Mujer en Latinoamérica, con la asistencia de mujeres nicaragüenses y otras sobre mujeres en países del Sur. Luego más tarde llegaron los seminarios sobre Feminismos e historia impartido en la Librería de mujeres. Y no nos quedamos en España, conseguimos traer a la universidad a las mujeres de Greenham Common en Inglaterra que ya llevaban varios años manteniendo un campamento de mujeres antimilitaristas. Y también a una de las lideres del movimiento de Mujeres en Negro de Belgrado, yugoslava en pleno conflicto servio-croata. Habló del horror de la guerra, en contra de los nacionalismos, del patriarcado, con ella y otras muchas mujeres nació el movimiento de Mujeres en Negro de Zaragoza.


Durante estos primeros años nuestra actividad fue incesante denunciando y generando opinión. Las Lisístratas brillábamos. Resplandecíamos no solo en las manis o en cualquier acto en la calle, brillábamos también en nuestras reuniones internas. Lisístrata nos formó como pensadoras, organizadoras, luchadoras.. Apunta Ana Mastral.


Se esperaban nuestros carteles y nuestras publicaciones con expectación y en algún caso con terror. Denunciábamos a profesores con nombre y apellido recogiendo frases textuales dichas en las aulas. Irónicamente les concedíamos el premio “machisticlín” de la semana. Estos carteles provocadores hicieron sensibilización feminista como un meteoro, nos crearon enemistades y nuevas amistades. Había gente pendiente en sus clases para chivarnos frases que dijeran los profesores. Terminaban estos carteles con frases como “desabróchate el cerebro tan a menudo como la bragueta”. Incluso se creó un efímero grupo (masculino) -“Pisístrato”-, para provocarnos y contestar nuestros carteles como asi señala Anabel Sanchez compañera veterinaria en nuestro blog. Como no había twitter pues surgían pisistratos. Conseguimos que el feminismo fuera un tema público en boca de todos y todas.


Organizamos charlas sobre mujer y trabajo, tecnología de reproducción asistida, mujer y carcel, sexualidad y lesbianismo, violación y malos tratos, prostitución, mujer y literatura,  Todo a través de folletos divulgativos, de mesas en aperturas paralelas, debates en facultades incluso en derecho que en aquella época dificil era.


Yo ya no estaba en la universidad pero comenta Esther Moreno que: “entró una nueva generación en la que también hizo grandes amigas que perduran hasta hoy. Con Loli, que desgraciadamente ya no está entre nosotras, y Carmen, fuimos a la universidad ocupada de Turín, y estuvimos allí el 8 de marzo contando sobre Lisístrata.


La percepción de lo que era la universidad también fue diferente entre nosotras. Me gusta la aportación que hizo Andrea Goñi en el blog y que decia:La universidad tenía una connotación elitista, creo que me sentía mujer de campo, con mucho sentimiento hacia otras culturas, países precarizados y colonizados. La dimensión mujer, feminismos, la estaba forjando en pilares vinculados a la historia y las experiencias vivenciales de mujeres luchadoras en espacios y expresiones muy distintas. Me creía con poca capacidad discursiva y por esto, las acciones en la calle eran mis espacios de comodidad, las pintadas, las manifestaciones y los espacios festivos reivindicativos. 


Lisístrata fue un colectivo muy heterogéneo donde podías expresar tus dudas, tus deseos, tus frustraciones, tus pensamientos, tus ganas de llorar y de rabiar por situaciones que vivíamos tan injustas, por eso fue, como M.ª Paz Cacho comenta en su entrada en el blog, “un espacio de acogida, un motor latente de inquietudes. Nos ayudó a crecer como personas, nutrió de forma definitiva nuestros años universitarios que sin Lisístrata hubieran sido un resumen de exámenes y notas de los que no recordamos tan apenas nada. Eramos una mezcla de mujeres de diferentes edades, carreras, enfoques ideológicos de como cambiar el mundo pero con algo importante que nos unía, potenciar una presencia más sana y más justa de las mujeres en la sociedad. Nos hicimos conscientes de la necesidad de cambiar todo lo que nos rodeaba y ello nos llevó a la acción colectiva”. 


Paralelamente o posteriormente las lisístratas en muchos casos se vincularon a otros movimientos como el de insumisión y antimilitarismo, el movimiento ecologista, contra las diferencias norte -sur el de la solidaridad internacionalista. Otras continuaron vinculadas al movimiento feminista. Muchas han aportado a sus vidas profesionales, familiares y personales todo el aprendizaje feminista. Hemos tenido lisístratas que han llegado a diputadas del Gobierno de Aragón y posteriormente a concejalas del Ayuntamiento de Zaragoza como es el caso de nuestra compañera Amparo Bella.


Personalmente no he seguido vinculada a colectivos feministas si al movimiento en cualquiera de sus expresiones. Entré a formar parte del primer equipo de educadoras en  la primera casa de acogida a mujeres maltratadas de Zaragoza junto con mi amiga Amparo Bella.  Diez años donde poner en práctica muchísimas de las cosas aprendidas en Lisístrata. Iba para profesora de lengua y literatura y fue mi formación más alternativa a la reglada la que me proporcionó una salida profesional.


Fui mamá y estar organizada era cada vez más difícil. Pero apareció el APA del cole que pronto convertiríamos en AMPA, deje unos años los servicios sociales y pasé a formar parte del equipo de la negociación colectiva en administración local de CCOO negociando convenios colectivos para el personal de los pueblos y comarcas de la provincia de zaragoza. También formé parte de la Junta Directiva del Club Deportivo de mis hijos Guillermo y Marcos.



En todos estos ámbitos sobre todo en la negociación colectiva pude plantear que se recogieran todas las medidas de conciliación, planes de igualdad, acciones contra el acoso laboral y sexual en el trabajo. En el club deportivo conseguí junto a otra compañera cambiar el lenguaje de la información dirigida a toda la población de nuestro pueblo con un lenguaje inclusivo y no sexista, montamos equipos femeninos de fútbol.


Las miradas y comentarios de incomprensión del principio siempre que las feministas comenzamos nuestro periplo en alguna parte, no deben hacernos renunciar a seguir trasladando nuestra forma de ver la vida por que el feminismo nos aporta mejor comprensión de lo que nos rodea, y nos hace mejores personas.


Termino y dejo paso a las jóvenes compañeras de las que tanto aprendemos todos los días. Y al hilo de darles paso 


Como también apunta Manuela Rubio: estoy bien segura de que aquella alegría, aquella fe absoluta en nuestro poder, aquellas ansias de libertad y falta de complejos imprimieron su marca colectiva e individual en la sociedad de entonces y aún  de ahora. Estos últimos años he visto como miles de mujeres jóvenes (también mi hija) paralizaban las clases de institutos y universidades para manifestarse multitudinariamente. También alegres, descaradas, poderosas, reivindicando su cuerpo, su espacio, su manera de hacer, su pensamiento libre. Son nuestras herederas como nosotras lo fuimos del Mayo del 68, o de las sufragistas o de las brujas. Por ellas, por nosotras, ¡felices 40 años!de lucha feminista!

domingo, 1 de octubre de 2023

Mesa Redonda: movimiento feminista estudiantil en la Universidad de Zaragoza 29/09/2023 (1)


El día de la celebración del 40 aniversario de Lisístrata ya ha pasado, pero para todas aquellas que no pudísteis acudir ese día o que queráis volver a vivir ese momento que fue tan interesante y emotivo, vamos a ir subiendo documentos, fotos y la grabación de la mesa redonda.

¡Atentas al blog porque irá teniendo novedades!

Compartimos con todas el vídeo preparado por Eva Ponz para apoyar la intervención de Nuria Miguel sobre Lisístrata. 

¡Disfrutad!




domingo, 19 de febrero de 2023

40 años de Lisístrata

 


En 2023 se cumplen 40 años del nacimiento del colectivo feminista universitario LISÍSTRATA, un colectivo de estudiantes de la Universidad de Zaragoza que funcionó durante unos 20 años, ya que se iban relevando las generaciones de estudiantes según terminábamos de estudiar. Aquí un estupendo artículo de Amparo Bella y Paz Cacho sobre el colectivo.

Algunas de nosotras hemos pensado que era el momento de recuperar nuestra memoria en primera persona, porque Lisístrata fue una experiencia que nos marcó, en la que construimos un feminismo alegre, plural y radical, en un momento en el que no había instituciones feministas en la Universidad, y que si no transmitimos nosotras mismas caerá en el olvido. Fue, además, un espacio en el que hicimos grandes amigas.

Hemos pedido a todas las compañeras que hemos podido localizar que escribieran un breve texto respondiendo a estas preguntas:

  • ¿ Cuándo y cómo entraste a formar parte de Lisístrata?
  • ¿Recuerdas alguna actividad especialmente?
  • ¿Qué significó Lisístrata para ti?
  • ¿Cuál ha sido tu relación posterior con el feminismo?
  • Si pudieras volver en el tiempo, ¿lo harías?

Dibujos: Patricia Álvarez

Y les hemos pedido también el material gráfico que pudieran conservar.

Este blog está en construcción. Si no has tenido tiempo de escribir, o si eres una Lisístrata a la que aún no hemos conseguido contactar,  puedes enviarnos tu aportación a lisistratazaragoza@gmail.com y la incluiremos.

Si te gusta difunde, distribuye, escribe!!

Andrea R. Goñi

 

Llegué a Zaragoza a estudiar Veterinaria, venía de Donostia con una trayectoria marcada por la rebeldía contra un sistema opresor, militarista y patriarcal.

 Ya desde el insti participé de un grupo de mujeres jóvenes bien activas e irreverentes. Fueron momentos muy creativos y necesarios para crecer y aprender. Momentos de encuentros con mujeres de todo el estado y de otros países de Europa. Con esta trayectoria, con conexiones cuidadosas y de la mano de una de las Lisístratas, llegué a este grupo. 

 


 

Yo venía de un ambiente bastante monógamo y recuerdo que me llamó la atención la diversidad de mujeres, expresiones y procedencias. Creo que esto es algo que sí que me ha marcado positivamente y de lo que siempre me he sentido orgullosa, ser capaces de confluir y llegar a consensos a pesar de las diferentes procedencias y sentires. Y esta emoción la recojo en una pequeña habitación debatiendo en torno a mesas superpuestas a modo de círculo, maquinando exposiciones públicas de denuncia, jornadas de trabajo internas y encuentros académicos feministas, algo para mi bastante marciano.

 La universidad tenía una connotación elitista, creo que me sentía mujer de campo, con mucho sentimiento hacia otras culturas, países precarizados y colonizados. La dimensión mujer, feminismos, la estaba forjando en pilares vinculados a la historia y las experiencias vivenciales de mujeres luchadoras en espacios y expresiones muy distintas. Me creía con poca capacidad discursiva y por esto, las acciones en la calle eran mis espacios de comodidad, las pintadas, las manifestaciones y los espacios festivos reivindicativos.

 


 

Hoy, después de unas décadas, recuerdo con cariño mi paso por Zaragoza, hoy es el día que la siento mi casa y eso significa un sentimiento profundo de pertenencia y agradecimiento. Aquí se encuentra Lisístrata y los vínculos que hoy seguimos manteniendo. Me encanta encontrar espacios para debatir y evolucionar en el discurso, para mi es un referente. Soy feminista, esta mirada no es transitoria, sigo poniendo en valor y cada vez más lo que recibo de mujeres de procedencias menos privilegiadas, me interpela y hace cuestionar muchos de nuestros planteamientos y propuestas, me siento viva en esta vivencia y quiero seguir aportando con mis incoherencias y en el derecho a equivocarme.